lunes, 25 de octubre de 2010

HOY ME ASOME POR LA VENTANA

Regreso después de algunas semanas de ausencia; esto ha obedecido a reiteradas ocupaciones en mis labores, lo cual no me ha permitido estar con ustedes. Pero agradezco su interés y atención a lo que aquí se escribe.

Fíjate estimado lector, que hoy me asomé por la ventana y te voy a describir lo que vi:

Justo al frente, un restaurante catalogado con varias estrellas gourmet en el panorama gastronómico del país. A su lado, un gran hotel con cuatro estrellas en su clasificación, de una cadena norteamericana; al lado observé un hotel con cinco estrellas en su clasificación. También vi automóviles estacionados justamente abajo del local que ocupa Blush. Eran de procedencia extranjera la mayoría; europeos casi todos.

Ví gente bien vestida -los mas- saliendo del hotel y entrando al restaurante. Y comencé a cavilar:

¿Qué es lo que ven las personas que acuden a lugares para el travestismo por las ventanas de esas ubicaciones?

No pretendo denostar a nadie en este escrito, pero creo que algo tan trivial como asomarse por una ventana, puede llevar implícito el hecho de percatarnos en "dónde estamos parados". Si deseas saber hasta dónde has llegado y mas que nada, cómo has llevado en tu vida tu travestismo, te invito a que hagas este simple ejercicio sensorial:

Cuando estés en el lugar donde practicas tu travestismo, asómate por la ventana o ventanas principales del lugar. ¿Qué ves? Descríbelo para ti mismo y pregúntate lo siguiente: ¿Merezco estar aquí? ¿Es suficiente y correcto?  Y para la mujer que hay dentro de ti, pregúntale: ¿Te gusta que te traiga aquí?

Sólo hay dos resultados para ese ejercicio:

- Si te asomas por la ventana y ves lo que yo vi, puedes decirte: "Creo que hemos llegado..."
- Si no te gusta, ¿Qué estás haciendo ahí? Siempre debemos aspirar a algo mejor...

Lorena
Blush Style